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martes, 19 de enero de 2021

SINGULARIDAD DE LOS EVANGELIOS.- (E) (57)

SINGULARIDAD DE LOS EVANGELIOS.- (E) (57)

La revelación evangélica representa el advenimiento definitivo de una verdad ya parcialmente accesible en el AT, pero cuya culminación exige la buena nueva del propio Dios aceptando asumir el papel de víctima de una persecución colectiva para salvar así a la humanidad. Ese Dios que, de nuevo, se convierte en víctima no es un dios mítico más, es el Dios único e infinitamente bueno del AT.

La divinización de Cristo no se basa en el escamoteo de los apasionamientos miméticos, que produce lo sagrado mítico, sino en la revelación plena y entera de la verdad que ilumina la mitología, la misma verdad, o eso espero, que nutre desde el principio mis propios análisis.

A las divinidades míticas se opone un Dios que, en lugar de surgir de un malentendido respecto a la víctima, asume voluntariamente el papel de víctima única y hace posible por primera vez la plena revelación de un mecanismo victimario.

Lejos de volver a la mitología, el cristianismo representa una nueva etapa de la revelación bíblica, más allá del AT. Lejos de constituir una recaída en esa divinización de las víctimas y victimización de lo divino que caracteriza a la mitología, como de modo inevitable se piensa de entrada, la divinidad de Jesús nos obliga a distinguir dos tipos de trascendencia, semejantes en lo exterior, pero radicalmente opuestos una engañosa, mentirosa, oscurantista, al del cumplimiento no consciente en la mitología del mecanismo victimario; y otra, por el contrario, verídica, luminosa, que destruye las ilusiones de la primera al revelar el emponzoñamiento de las comunidades por el mimetismo violento y el "remedio" suscitado por el propio mal, la trascendencia que comienza en el AT y alcanza su plenitud en el Nuevo Testamento.

La divinidad de Cristo se afirma mediante el todos contra uno mimético del que es víctima, pero nada debe a ese fenómeno, cuya propia eficacia es subvertida por él.

René Girard, Veo a Satán caer como el relámpago, Barcelona, Ed. Anagrama.

 

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