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martes, 19 de enero de 2021

SINGULARIDAD DE LA BIBLIA.- (B) (47)

SINGULARIDAD DE LA BIBLIA.- (B) (47)

La cuestión es tan importante que voy a definirla brevemente por segunda vez: cuando comparamos de manera concreta una epifanía religiosa que los evangelios consideran falsa, mítica o satánica con la epifanía religiosa que esos mismos evangelios consideran auténtica, no apreciamos ninguna diferencia estructural. En ambos casos tenemos que habérnoslas con ciclos miméticos que concluyen con chivos expiatorios y resurrecciones.

¿Qué permite, entonces, al cristianismo definir a las religiones paganas como satánicas o diabólicas, mientras que se exceptúa a sí mismo de esas definiciones? Como el presente estudio pretende ser lo más objetivo y "científico" posible, no puede, por tanto, aceptar a pies juntillas la oposición evangélica entre Dios y Satán. Si no pudiera mostrar al lector moderno lo que hace de esa oposición algo real y concreto, dicho lector la rechazaría como algo tramposo, ilusorio.

Señalemos, de momento, que los ciclos miméticos que engendran las divinidades míticas, por un lado, y el ciclo que, por otro, desemboca en la Resurrección de Jesús y la afirmación de su divinidad, parecen equivalentes.

En suma, podría ocurrir que la diferenciación entre Dios y Satán fuera una ilusión producida por el deseo de los cristianos de singularizar su religión, el deseo de proclamarse poseedores exclusivos de una verdad ajena a la mitología. Ello es lo que en nuestros días reprochan al cristianismo no sólo los no cristianos, sino muchos cristianos conscientes de las similitudes entre los evangelios y los mitos. Puesto que el ciclo mimético de los evangelios contiene los tres momentos de los ciclos míticos -la crisis, la violencia colectiva y la epifanía divina-, desde un punto de vista objetivo, repito, nada puede distinguirlo de un mito. ¿No se tratará, entonces, sencillamente, de un mito de muerte y resurrección, más sutil que otros muchos, sin duda, pero, en lo esencial, semejante?

René Girard, Veo a Satán caer como el relámpago, Barcelona, Ed. Anagrama.

 

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