EL
CHIVO EXPIATORIO.- (D) (68)
Por tanto la expresión chivo
expiatorio designa, en primer lugar, la víctima del rito descrita en el
Levítico; en segundo lugar, todas las víctimas de ritos análogos existentes en
las sociedades arcaicas y denominados asimismo ritos de expulsión, y, por fin,
en tercer lugar, todos los fenómenos de transferencia colectiva no ritualizados
que observamos o creemos observar a nuestro alrededor.
Este último significado salva
tranquilamente la barrera que los etnólogos intentan mantener entre los ritos
arcaicos y sus sucedáneos modernos, fenómenos cuya persistencia a nuestro
alrededor muestra que hemos cambiado un poco desde los ritos arcaicos, pero
mucho menos de lo que nos gustaría creer.
A diferencia de esos etnólogos que quieren
mantener la ilusoria autonomía de su disciplina y evitan recurrir a la
expresión "chivo expiatorio" para no tener que sumergirse en análisis
complejos, pero inevitables desde el momento mismo en que queda abolida la
separación absoluta entre lo arcaico y lo moderno, creo que los usos modernos
de la expresión "chivo expiatorio" son esencialmente legítimos. Y veo
ahí un signo, entre otros, de que la revelación judeocristiana, lejos de ser en
nuestra sociedad letra muerta, resulta cada día más efectiva.
La desritualización moderna saca a la luz
el sustrato psicosocial de los fenómenos rituales. Gritamos "chivo
expiatorio" para estigmatizar todos los fenómenos de
"discriminación" política, étnica, religiosa, social, racial,
etcétera, que observamos a nuestro alrededor. Y con razón. No es difícil
observar cómo pululan los chivos expiatorios allí donde los grupos humanos
intentan encerrarse en una identidad común, local, nacional, ideológica,
racial, religiosa, etcétera.
Las tesis que defiendo se basan en la
intuición popular que aflora en el sentido moderno de "chivo
expiatorio". Intento desarrollar las implicaciones de esa intuición. Una
intuición más rica en verdadero saber que todos los conceptos inventados por
los etnólogos, sociólogos y psicólogos. Todas las disertaciones sobre la
exclusión, la discriminación, el racismo, etcétera, no dejan de ser
superficiales mientras no se encaren con los fundamentos religiosos de los
problemas que asedian a nuestra sociedad.
René Girard, Veo a Satán caer como el
relámpago, Barcelona, Ed. Anagrama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario